El desequilibrio entre la oferta de plazas escolares y la demanda es
un problema que arrastra la capital alavesa desde hace años, en concreto
desde que la ciudad comenzó a expandirse por Lakua, Zabalgana y
Salburua. El crecimiento demográfico no se ha correspondido con la
dotación proporcional a estos barrios de equipamientos educativos, lo
que ha ocasionado que los niños hayan tenido que buscar un colegio fuera
de su área de residencia.
Recientemente el propio Consejo Escolar de Euskadi, máximo
órgano de representación de los centros escolares, pedía la creación
"con urgencia" de nuevos colegios en Vitoria para dar respuesta a la
demanda existente en las aulas de dos años, la puerta de entrada a la
enseñanza. Sin embargo, dentro de los planes del Departamento vasco de
Educación, al menos a corto y medio plazo tan sólo está el proyecto de
construcción de un instituto en Zabalgana. Otras demandas vecinales,
como un segundo colegio público para Salburua, han quedado en un cajón.
Sin embargo, y consciente de que no se podía quedar de brazos
cruzados, el Gobierno Vasco trazó el pasado mes de diciembre un nuevo
mapa escolar, que es el documento que determina el número de plazas
escolares que debe ofertar cada zona. Actualmente, Vitoria está dividida
en cuatro circunscripciones: noroeste, centro-norte, suroeste y
sureste. Es precisamente en estas dos últimas, que engloban las áreas de
Zabalgana y Salburua, donde las modificaciones planteadas no terminan
de cuajar, pese a que se han dado ciertos avances.
Según explicó ayer en el Parlamento Vasco la consejera de
Educación, Isabel Celaá, de cara al próximo curso escolar hasta seis
niños de dos años se han quedado si plaza en la circunscripción
suroeste, que es la que engloba, entre otros, a los barrios de Zabalgana
y Mariturri. Todo ello pese a que en los últimos cursos se han abierto
dos escuelas de Infantil y Primaria nuevas. Pero bastante más
preocupante es lo que ha ocurrido en Salburua. En la circunscripción a
la que pertenece este barrio (sureste) se han ofertado 303 plazas para
un total de 326 demandantes, lo que supone que 23 niños de dos años han
tenido que buscar sitio en un centro distanciado de su casa.
De sobra conocida es la reivindicación planteada por los
vecinos de Salburua, que ya desde que se inaugurara el primer colegio
público, en enero de 2011, vieron la necesidad de un segundo. Los datos
correspondientes a la prematrícula del curso 2012-2013 les ha dado la
razón. Pero Educación no se plantea tal posibilidad. La solución que ha
puesto sobre la mesa, y que ya ha aplicado, ha sido la de elevar el
ratio de las aulas, de forma que donde antes había 18 alumnos, ahora son
23. Eso sí, también hay más profesores por aula. A su juicio, la
modificación del mapa escolar tal y como se ha hecho ha logrado "la
satisfacción de las familias". "La propuesta definitiva ha sido seria,
implacablemente democrática y corrige los desajustes que se venían
observando durante los años anteriores", declaró ayer Celaá.
Según explicó, han sido una veintena de reuniones con las
familias afectadas en las que se han adoptado, además, otras serie de
decisiones. Entre ellas, que los que cursen Primaria en modelo D en
Arantzabela, Aranbizkarra o Lope de Guereñu tendrán como centro de
referencia de Secundaria el instituto Los Herrán, que ha decidido
incluir en su oferta un modelo de inmersión en euskera. Por su parte,
los alumnos de modelo D del instituto Samaniego finalizarán el
Bachillerato en Koldo Mitxelena, mientras que los de modelo A lo harán
en Federico Baraibar.
En el resto del territorio cabe destacar la desaparición del
aulario de ESO de Rivabellosa y la apuesta por el modelo D de colegio
público de Oion, Ramiro de Maeztu.
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